Los persas llevaron el mango a Medio Oriente, los exploradores portugueses, maravillados por esta fruta, la introdujeron en el resto del mundo. Existen más de cien variedades de mango, de diferentes tamaños y colores de su piel, todas las variedades tienen en común su delicioso sabor.
Propiedades
Del mango se utiliza con fines medicinales el fruto y la hoja. El mango comido, crudo o como jugo concentrado es muy útil para el tratamiento de los trastornos estomacales, intestinales (estreñimiento) y facilita la digestión de comida que contiene almidón.
El mango crudo es rico en fibra con propiedades antioxidante, conservante de la juventud, protector contra los tumores y el cáncer.
El mango es un laxante suave, es una fruta muy apropiada para los niños a partir de los 4 meses de edad. Proviene y cura el escorbuto, las infecciones de la boca, la garganta, la tos, el catarro, los dolores de los dientes, de estómago, la inflamación de las encías y las hemorroides.
El té preparado con la hoja de mango en media botella de agua, tomado durante tres días consecutivos y repitiendo la toma cada semana, es excelente para controlar la hipertensión arterial.
El té de mango previene o retarda los daños de los vasos sanguíneos por la diabetes (retinopatía diabética), es excelente para el tratamiento de los puntos hemorrágicos y la dilatación de los vasos sanguíneos por la diabetes; fortalece y protege los capilares sanguíneos, es útil contra la púrpura hemorrágica, las varices; previene el sangrado cuando se administra anticoagulantes a pacientes que han padecido trombosis.
Una preparación de pulpa de mango maduro en miel de abejas produce excelentes resultados contra las molestias del pecho, garganta, tos, y asma.
Por sus propiedades como diuréticos y laxantes, el mango es un buen depurativo general.
Recuerde que los diabéticos no deben ingerir esta fruta por el contenido alto en azúcar.