Por. Dr. Pavlusha Luyando Joo
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Lima Perú
El Ayuno, por su amplio campo de acción, es uno de los métodos de tratamientos naturales más efectivo. Con él se consigue normalizar de una forma natural, funciones alteradas de nuestro organismo. El Ayuno también es una indicación para corregir una alimentación inadecuada que sobrecarga el organismo.
El Ayuno se encarga de eliminar los factores de riesgo de la alimentación que pueden producir enfermedades.
La práctica del ayuno con fines terapéuticos es bastante efectiva; dependiendo por supuesto de la severidad del cuadro y de la forma que se lleva a cabo el ayuno.
Los efectos más notorios
El efecto más notorio cuando se practica el ayuno es la reducción de peso corporal; así como la tendencia a bajar la presión, así como el de reducir la actividad de procesos inflamatorios en general.
El ayuno bien llevado también aquieta las emociones y sumado a retiro espiritual tiene efectos bastante buenos en la esfera emocional: disminuir la ansiedad, disminuir la Ira; etc.
La reflexión y el ayuno facilitan la introspección; por lo que es una buena herramienta para acompañar la Psicoterapia; ya que al aquietarse las emociones hay menos interferencias cuando la persona se auto examina; sobre todo para eliminar defectos y fortalecer virtudes. Esto se explica porque el ayuno influye en el sistema nervioso vegetativo y la reducción de calorías; lo que propicia el aquietamiento del metabolismo; que se manifiesta con cierta serenidad emocional.
Cuando se practica ayuno terapéutico es importante evitar el sedentarismo, el movimiento permite la remoción de toxinas del organismo.
Cuando se utiliza el ayuno para aquietar el espíritu, es mejor el recogimiento, el silencio, la oración. En este sentido los Retiros en Silencio son una ayuda fundamental que no se debe despreciar.
Tipos de ayuno
Se pueden realizar ayunos parciales (solo tomar agua o frutas, ayunos totales (no consumir nada).
También se realizan ayunos de mediodía (8 horas), y de todo el día. Hay casos que se realizan ayunos de dos o tres días; pero es necesaria la supervisión de un médico especializado en el tema debido a sus contraindicaciones específicas.
¿Quién no debe ayunar?
Personas con anemia
Personas con enfermedades agudas
Pacientes con antecedentes de úlcera gástrica o gastritis erosiva
Enfermos mentales
Niños en etapas de crecimiento
Personas con Enfermedades infecciosas
Pacientes con HIV-Sida en fase de descompensación
Pacientes oncológicos en fase Terminal
Pacientes inmunodeprimidos.
Nuestra experiencia clínica nos confirma que un ayuno coherente y bien supervisado tiene resultados positivos para enfermedades concretas.
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