Por:
Pavlusha K. Luyando Joo
Lima-Perú
Es una planta prehistórica, pues se ha hallado en restos
humanos del neolítico, por ello se piensa que es una de las primeras plantas
que ha cultivado el hombre sobre la tierra.
Está extendida prácticamente por todo el mundo, se fija su
área de origen en Asia Menor y sur del
Caucaso (Turquía, Siria, Irán, Irak, Afganistán, Pakistán). Las referencias más
antiguas proceden de Turquía (1.300 a.C.), Babilonia (700 a.C.)
En el siglo IV a.C., Teófrates describió su introducción a
Grecia, y Aristófanes y Aristóteles
también la mencionaron y describieron con bastante detalle. Con la caída del
Imperio Romano, el cultivo de alfalfa desaparece de Europa. Los árabes la transportaron de nuevo, a
través del norte de África, desde Persia hasta la recientemente conquistada
España.
La llegada al nuevo mundo se produjo en el año 1519, a
México. Posteriormente por la ruta del Pacífico, fue trasladada a Perú ,Chile y luego probablemente por tierra a Argentina.
Propiedades curativas
de la alfalfa
Por su gran cantidad de vitaminas
del grupo B, c y A, hierro, calcio, y vitamina D puede ser utilzada como inmunoestimulante,
con el fin de prevenir enfermedades del sistema nervioso, respiratorio y de la
piel.
El tratamiento de la anemia así
como su prevención con la alfalfa es algo común dentro de la medicina natural. También
son conocidas sus propiedades diuréticas , por lo que es muy preciada en los
cuadros de retención de líquido.
Por tener fitoestrógenos es
utilizada para tratar los síntomas del periodo de la menopausia, así como para
tratar las dismenorreas (cólicos menstruales).
La alfalfa en infusión, es un gran digestivo bebida en y por
ello alivia las molestias ocasionadas por los gases, tiene propiedades laxantes
y es un excelente alimento, el cual hay que ingerir crudo de preferencia para que
no se degraden la vitamina C sobre todo.
Contraindicaciones y Advertencias
Durante el embarazo y la
lactancia El consumir alfalfa en cantidades mayores de las que se encuentra en
los alimentos POSIBLEMENTE NO ES SEGURO. Hay algunas pruebas experimentales que
indican que la alfalfa puede actuar como estrógeno y esto podría afectar el
embarazo.
En trastornos autoinmunes como la
esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide entre
otros, la alfalfa podría podría empeorar los síntomas de las enfermedades autoinmunes. Existen dos informes de pacientes con Lupus que sufrieron una
reaparición de los síntomas después de haber consumido semillas de alfalfa por
un largo tiempo.